04/03/2009

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Prueba publicando una foto

08/11/2007

Defendiendo su casa

Basado en hechos cuasi-reales.

Señores, yo le disparé. Defendía mi casa y a mi familia. Soy cazador y tengo en casa seis escopetas, de las cuales, tres siempre están cargadas. Con los tiempos que corren duermo con una en mi habitación. Vivo en una casa unifamiliar en una urbanización pequeña, con mi mujer y mis nueve hijos. Soy empresario y creo en Dios y en la prosperidad de éste País que tanto me ha dado. Uno ve la televisión y lo que ocurre con ciertos inmigrantes que vienen a robar me encabrona. Siempre he dicho que en cuanto oiga algo raro en la casa me levanto escopeta en mano y como vea a alguien, ese no se lleva ni un euro que con tanto esfuerzo he ganado.

Así las cosas era la noche de Navidad. Tras celebrarla como Dios manda, mi familia y yo descansábamos en las habitaciones cuando algo raro sonó en la chimenea. Cogí mi superpuesta del calibre 18. Cargada y baje una planta agazapado para esperar a mi presa. En cuanto vi la sombra disparé. Soy buen tirador, los trofeos que luzco en mi salón me avalan. El ruido del disparo despertó sobresaltada a mi mujer y a los niños. Yo también me sobresalte, pues estaba evitando un atraco en mi casa. El ladrón aun se movía compulsivamente, el dolor sin duda debía ser enorme, así que para que no sufriera le descerraje el segundo disparo de la escopeta. Se hizo el silencio y dimos la luz. Allí estaba el asaltante, el inmigrante que venia a robar, porque un español de buena fé es incapaz de hacer eso. Era……Papá Nöel, o eso parecia, entre tanta sangre y el disparo a quemarropa que lo desfiguró no se veia con claridad.

La verdad es que no me desagrada demasiado habérmelo cargado, yo siempre he sido de los Reyes Magos, como Dios manda. Y lo de la sangre……..ya lo limpiará la criada (extranjera y malpagada, por supuesto)

Un urbanita en el pinar

Solo hay sitio para dos en la cabina del tractor, así que al urbanita le toca ir directamente sentado en el remolque. “Agarrate que cogeremos baches” le avisan. Si eso viene de alguien que ayuda a las ovejas parturientas con un tirón al cordero que viene atravesado, que alguna vez ha tenido que ser sacrificado por no salir entero, y esto te lo cuenta mientras estamos comiendo, mas te vale ir preparado. Las maniobras de los militares en las Bárdenas son juegos infantiles en comparación con los baches que van a venir.

Así que se agarra como puede. Primer error, no hay donde agarrarse, todo está oxidado o es punzante.

De repente nota que no está solo en el remolque, de entre la corteza de los árboles que lleva el remolque sale un ratón, no se sabe quien está mas asustado si el pobre roedor o el urbanita que no tiene donde agarrarse ni puede saltar porque el tiovivo sigue en marcha. En fin, que quien tiene más cojones para suicidarse es el pobre ratón que salta en marcha.

Ya están en medio del pinar, en medio de la nada, rodeado de árboles y árboles y más árboles, una manifestación de árboles, el delirio de una noche de verano de un pirómano gallego. El tiovivo sigue. Hacen gestos desde la cabina del tractor y dan voces, pero no se oye nada, el remolque mete un ruido infernal. Y es allí, en ese lugar donde ni siquiera ha llegado la iglesia católica, rodeado de árboles, en ese mismo instante, en el que un urbanita se jacta y saca su móvil de tercera generación. ¿Para que? Para ver si tiene cobertura por supuesto, ¿o tu no eres urbanita? PLAS. LA OSTIA PADRE. Con el puto móvil en el morro. El bache más grande de todo el pinar era lo que avisaban desde el tractor. La ostia es buena, muy buena, vamos que como ostia no tiene nada que envidiar a ninguna otra. Su efecto inmediato: labio roto e hinchado que el urbanita trata de disimular. Es de estupidos no agarrarse cuando alguien te lo avisa, a no ser que tengas que mirar si tienes cobertura en medio de un puto bosque. En ese caso es de gilipollas.

“Ya hemos llegado” dicen desde el tractor. El urbanita baja como puede, y no puede hacerlo de mejor manera: la primera pisada es en medio de una cagada de un corzo. Si lo haces con cuidado no pasa nada, pero si lo haces de un salto, el salpicón esta asegurado. Así es, aquello salpica que da gusto y los pantalones del pull & bear del urbanita cogen en seguida un color que ya no se irá nunca. De los zapatos de piel vuelta, mejor ni hablamos

Vamos a cortar unos árboles secos para hacer luego trozos más pequeños que se meten en la estufa. ¿Pero no tienes calefacción central? En el centro de la tierra no te jode

Posdata de los urbanitas: pero...tío…. ¿al final, tenias cobertura o no?

Posdata de la gente del pueblo: están gilipollas estos de ciudad.

21/12/2006

Cada loc@ con su tema... yo, el sexo (¿vasco?)


HOMBRES Y SEXO HETERO

A lo largo de mi vida sexual (corta pero extensa), he visto que casi ningún hombre hetero sabe hacer buen sexo (salvo cuando pasan por mis manos, les enseño, tengo paciencia, aguanto sus ensayos y torpezas… y se lo dejo educado para la siguiente mujer que les aguante.)
La demostración práctica de esto vino dada por uno de los tipos más gilipollas que me he follado (bueno, el pobre era sólo indiscretoe inoportuno). Tuvimos una tortuosa relajación, pero el sexo era buenísimo. Hay que reconocer que si se le negaron todos los dones de la belleza física (y digo todos, véase ilustración adjunta), su rabo era una maravilla.
Total, que terminamos la relación y me viene a decir que ha follado con una, así, de sopetón, recién cortados. Yo me quedé muerta. Y el imbécil dice que la chica me ha felicitado ( yo, muda y con cara de pasmo).” Es que me has enseñado muy bien”. Le hubiera asesinado con crueldad, descuartizado, arrancado las vísceras en vivo, etc., etc.
A mí, evidentemente, él todavía me gustaba.
Pero luego pensé en que podría enseñar a cualquier mandril que se pasara por mi camino, siempre que me interesara en otros aspectos, claro.
Parece que queda mal jalearse a una misma. Pero en mi caso, aunque sí que tengo abuela (ya hablaré de ella, venimos de varias generaciones guerreras), no ejerce de tal. De hecho, hasta hace poco, yo era la “nieta cabrona”, y lo decía porque era exactamente lo que pensaba.
Yo, como Diógenes, quien se paseaba con la lámpara encendida a plena luz del día en la calle más concurrida de Atenas. “¿Qué buscas?” “Un hombre”. ¡!!!AHÍ ESTAMOS, AMIGAS!!!! Nuestra civilización lleva miles de años buscando un Hombre.
A mí me gustaría uno que viniera ya aprendido, la verdad. (Pues sí, creo en los milagros).
Como hippie pienso que lo que haces vuelve hacia ti multiplicado. ¿Cuándo un hombre que reúna la experiencia que he dado a otros (y con un pene grande)? Creo que he hecho felices a tantas mujeres con la reeducación sexual, ¿cuándo me tocará a mí?

14/12/2006

Tribulaciones de un vasco en Segovia (II)

Les sigo contando mas historias de mi amigo el vasco emigrante.

Dice que le han contado que por allí suele hacer frío en invierno a lo que contesta que para frío una noche cogiendo angulas en la ría de Getaria y tal, que salían las angulas que parecían palillos de los dientes de lo tiesas que estaban por el frió. Además, con la rebequita y la txapela…… Que no, que no que hace un frío de cojones y que hay que cortar leña le indican. Kabenzotz!!!!!!! Haber empezado por ahí, unas aizkoradas (hachazos, para los no doctos en vascuence que nos siguen por la red) por aquí y por allá y hacemos leña hasta para los altos hornos si hace falta.

"Pilla". Le comentan mientras le pasan el hacha. Ostia!!! Bonita herramienta la que usas. Puedo verme la ceja reflejada en el filo y con grasilla par que no se oxide ni nada. “Tal vez no este limpia del todo porque el otro día la usamos para la matanza, por eso lo de la grasa”. “Yo solo uso la grasa para darle a las albarcas, para que duren mas y estén suaves suaves.” Responde el vasco señalándose su calzado, que se le ve bien zurrado.

Venga, vamos a por la madera que me ansio. “Ahí la tienes, ese montón de ahí” Vaya pufo de madera, yo acostumbrado a troncos de encina de 40 pulgadas de diámetro y me señalan unas ramas de pino que casi se pueden cortar con la mano. Joder!!! Si es que así yo no me hallo. Acostumbrao a subirme encima del tronco y a jugarse unos duros con la cuadrilla por ver quien corta mas, vale, pero estas ramitas de nada no motivan a nadie. Venga, saca la bota de vino que en cuatro viajes nos terminamos todo el tinglao.”

Y así es como anda ahora, cortando ramitas de pino……pero sin motivación

Tribulaciones de un vasco en Segovia (I)

Saben, tengo un amigo que recientemente se ha ido a vivir a Segovia y desde allí me cuenta sus aventuras.

Os pongo el pasaje en sus propias palabras:

“El primer día, nada mas llegar, me informan de que la nevera está vacía y que no hay nada para cenar. Ostia, un vasco sin cenar, pues si que es mala leche. No me extraña que haya gente que se quiera independizar si se va más lejos de Vitoria y se muere de hambre., Pensé para mis adentros. Se pudo salvar la noche con dos trozos de empanada comprada a ultimísima hora. Frugal cena, así no hay Dios que mueva los bueyes.

Menos mal que al día siguiente fuimos donde la suegra, ahí como no podía ser menos pudimos resarcirnos. De primer plato un potaje de garbanzos que resucitaría al propio lendakari Aguirre. ¿Tienes bastantes? Si señora, con esa montaña que se sale del plato creo que tendré suficiente. De segundo había cordero asado en horno de leña. “Hay un trozo de cordero para después”, dice la santa señora. Así que sin más dilación me puse con la media pierna de cordero. Seguido de un flan casero que se me saltaban las lagrimas. Al fin saben la necesidad de un buen comer que un vasco tiene. Solo faltó el pacharán, pero lo obviamos por una no menos contundente siesta.”

Como pueden observar, no vive mal el tipo este. Ya les seguiré contando pues cada vez que me habla de las cosas que le ocurren, sale para contar una historia.

22/11/2006

¿Seremos la hidra?

Si bien uno pasa de ser un organismo monocelular a pluricelular solamente con pasar de una a dos células, esta claro que la tríada ha sido siempre una estructura más estable. Y a las pruebas me remito: Golpe en la Pequeña China.
Quien deba entender que entienda.
Vale.